ApuntaNoticias – 30/06/2012 – J. M. León Moriche
Las tropas franquistas asesinaron entre 300 y 600 habitantes o refugiados en La Sauceda al comienzo de la guerra civl. Buena parte de ellos fueron enterrados ilegalmente en fosas comunes en el vecino cortijo del Marrufo. Recuperar sus restos y su historia es el objetivo de la campaña emprendida por la asocaición que agrupa a sus familiares. El 1 de julio empieza la exhumación de cadáveres en el Marrufo.
Diez arqueólogos, antropólogos forenses y estudiantes de arqueología comienzan el 1 de julio de 2012 a trabajar en la exhumación arqueológica de las fosas comunes de la Guerra Civil en la finca El Marrufo. En esta finca y en el poblado cercano de La Sauceda perdieron la vida entre 300 y 600 personas al comienzo de la guerra, víctimas de las tropas de Franco. Así lo confirman, los testimonios de familiares historiadores e investigadores que aseguran que la del Marrufo puede ser la fosa común a campo abierto más importante de Andalucia. Por lo pronto, ya hay cuatro cadáveres descubiertos, cuyos esqueletos salieron a la luz el año pasado en una campaña de catas arqueológicas organizadas por el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar. Numerosos casquillos de balas y restos de proyectiles se recogieron en aquella prospección, alrededor de donde aparecieron los huesos.
Las excavaciones que empiezan en julio las organiza la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Represaliados en La Sauceda y el Marrufo. Se van a desarrollar en cuatro turnos de quince días cada uno, entre el 1 de julio y el 31 de agosto. Coordinados por el presidente de esta asociación, Andrés Rebolledo, otras diez personas apoyarán, como peones y ayudantes, la labor de los técnicos especialistas. Andrés Rebolledo y representantes de otras diez familias irán el lunes o el martes a Jerez para denunciar ante la Guardia Civil y el juzgado el hallazgo de los cuatro primeros esqueletos. Pedirán que se abra una investigación para esclarecer lo sucedido con los restos humanos hallados y lo más probable es que el juez dictamine que los hechos ya han prescrito. La asociación seguirá entonces su trabajo en dos frentes: continuará con las exhumaciones de más cadáveres y seguirá pidiendo una investigación que determine quiénes son los responsables de las muertes y se les haga justicia a las víctimas y descendientes.
De cada cadáver encontrado se hará un análisis individualizado y completo para su correcta identificación y se le extraerán dos piezas molares y un trocito del cráneo. De ellas se sacarán muestras de ADN para confrontarlas luego con las tomadas a una mujer por cada grupo familiar interesado en hallar a sus familiares desaparecidos. Por el momento hay diez familias dispuestas a hacerse las pruebas de ADN. “Nosotros esperamos que cuando esto salga en los medios de comunicación vengan a nosotros más personas que nunca supieron el paradero de sus familiares desaparecidos en la guerra”, explica Rebolledo.
Los investigadores relacionarán luego la información obtenida durante el proceso de excavación con lo aportado por las fuentes bibliográficas y documentales y con los testimonios orales de testigos y descendientes. Harán también un estudio antropológico e identificación de las víctimas, además de sondeos arqueológicos en aquellas áreas donde potencialmente pudieran existir otras fosas comunes.
La asociación va a organizar también visitas de los familiares a las excavaciones a lo largo del verano. Para el otoño prepara una exposición itinerante que recorrerá las poblaciones del entorno de La Sauceda y toda Andalucía. Además se publicará un libro que está terminando de escribir el historiador Fernando Sigler en colaboración con otros investigadores de la zona. Todo ello con un objetivo muy claro, según Andrés Rebolledo: “Sacar del olvido lo que lleva muchos años oculto, recordar aquella injusticia y conseguir la verdad, la justicia y la reparación que tantos años llevamos reivindicando”.
El presidente de la asociación de familiares expresa también su descontento con las administraciones central y autonómica: “Más de 30 años después de recuperada la democracia no han hecho nada para esclarecer la verdad, para que la gente sepa los hechos tan atroces que allí se cometieron, para recuperar la memoria de los demócratas que murieron por la libertad y la igualdad de todos los pueblos de España”.
Rebolledo explica que cuando concluyan las exhumaciones la asociación instalará junto al abandonado cementerio de La Sauceda, que será rehabilitado para el traslado de los cuerpos, una placa y un monolito en recuerdo de todas las personas que allí fueron víctimas del terror franquista. “Con este trabajo vamos a descansar, vamos a tener un sitio donde recordar a tantos inocentes fusilados, donde reluzca la dignidad de todos los desaparecidos. Es importante difundir a todo el que pase por allí la verdad de los terribles acontecimientos de La Sauceda y el Marrufo”.
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