Los sondeos arqueológicos para localizar las fosas comunes del cementerio municipal donde están enterradas las personas que fueron fusiladas por las fuerzas fascistas entre 1936 y 1945 en La Línea empezarán a finales del próximo mes de noviembre. Lo confirmó Jesús Román Román, arqueólogo y futuro coordinador de estos trabajos, que se desarrollarán gracias a la financiación de la Diputación Provincial de Cádiz y a la colaboración del Ayuntamiento linense. Román hizo este anuncio durante la reunión que se celebró el pasado sábado en el Palacio de Congresos y Exposiciones de esta ciudad y que congregó a familiares de fusilados, de represaliados con cárcel, tortura o exilio, de familiares de otras víctimas y de colaboradores del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar.
Más de setenta personas asistieron a esta reunión que contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Juan Franco Rodríguez; la responsable de Memoria Democrática en la Diputación Provincial de Cádiz, Lucía Trujillo Lamas; y la concejala linense de Participación Ciudadana, Ceferina Peño.
Román detalló que los sondeos se van a centrar en los lugares donde el georradar señaló el año pasado, con más claridad, posibles alteraciones compatibles con la existencia de fosas comunes. En esos sitios los arqueólogos abrirán la tierra con pequeños sondeos de dos por dos metros, para ver si en ellos localizan las posibles fosas con víctimas de la represión franquista. Román detalló, acompañándose con fotografías de las numerosas exhumaciones en las que ha intervenido desde 2004, todo el proceso que se sigue para una intervención en busca de desaparecidos de la guerra y la dictadura: Primero, la investigación histórica, luego las prospecciones geofísicas mediante georradar y catas arqueológicas, y por fin las exhumaciones si los sondeos son positivos. En este proceso también se tomarán las muestras de ADN a los familiares que buscan a sus desaparecidos y luego se enviaran al laboratorio de la Universidad de Granada para que formen parte del futuro banco de ADN y de cara a los análisis genéticos si se interviene la fosa.
Jesús Román respondió a todas las preguntas que le hicieron los familiares e ilustró con ejemplos recientes cómo se han llevado a cabo las exhumaciones en otros lugares de la provincia de Cádiz, como Jimena, Puerto Real, o Cádiz y de otras partes de Andalucía, como Sevilla, donde se sigue excavando desde enero de 2020 y ya se han hallado restos de más de 600 desaparecidos.
Román escuchó también los relatos de algunos de los familiares asistentes que contaron quiénes eran sus antepasados y qué saben de ellos, y las vivencias de algunas personas que habían sufrido en sus carnes, o en las de sus familiares o compañeros, la represión fascista. Alfonso Ruiz, venerable de la logia Trafalgar y esposo de una sobrina del médico Juan Rodríguez García, Don Juanito, recordó a esta persona que fue tan popular y querida en La Línea. Narró que fue fusilado a las afueras de Los Barrios, afirmó que lo mataron porque ayudaba a los pobres y porque era masón y reclamó que la Junta de Andalucía le ponga su nombre el nuevo hospital que se abrió hace pocos años en esta ciudad.
Felipe López Agüera, del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar, recordó a José María Ayala Bedoya, vecino de La Línea y miembro de la directiva de esta asociación que falleció en enero pasado a consecuencia del Covid-19. López recordó al compañero y amigo y destacó todo lo que Ayala hizo junto al resto de compañeros para que los familiares de las víctimas linenses llegaran al día en que estamos hoy. Agüera añadió: “Sin memoria no hay vida. Pensad en cualquiera de vuestras madres, padres o abuelos que sufren demencia, Alzheimer, o que están enfermos y no pueden vivir sin la ayuda de un familiar. Son dependientes no tienen ya libertad. A los pueblos les pasa igual. Si pierden la memoria, si no conocen ni recuerdan su pasado, son pueblos débiles, indefensos, manipulables y dependientes. Pierden su libertad, su independencia y hasta la vida, llegado el caso”.
Juan León Moriche, de la directiva del foro, recordó que hace un par de semanas la ONU volvió a recordar al Estado español que es su deber localizar a los más de 115.00 desaparecidos que hay en este país e investigar judicialmente qué les pasó a estas personas. “No lo pedimos nosotros, ni ningún partido o sindicato”, dijo y añadió: “Lo exige la ONU, porque la ONU le recuerda al Estado español desde hace al menos diez años que los crímenes de genocidio y lesa humanidad no prescriben nunca y no hay amnistía que valga para ellos”.
León Moriche dijo que los golpistas que tramaron la guerra contra el pueblo español en 1936 tenían tres objetivos: matar a mucha gente en cada uno de los pueblos de Extremadura y Andalucía para sembrar el terror, borrar las huellas de sus crímenes y borrar a las víctimas de la memoria hasta de la de sus familiares: “Este acto de hoy aquí en La Línea es un pequeño triunfo nuestros contra aquellos que nos quisieron imponer el olvido. Nunca vamos a olvidar a nuestras familias y nunca vamos olvidar los crímenes de los golpistas”.
El foro distribuyó entre los asistentes al acto todos los ejemplares realizados, cincuenta en total, de un informe sobre la represión franquista en La Línea. Este trabajo incluye un escrito del historiador linense José Beneroso en el que resume cómo fueron aquellos años de guerra, posguerra y represión en esta ciudad. También figura en él la relación de los vecinos de La Línea asesinados entre 1936 y 1945 con sus nombres y apellidos, municipio de nacimiento, domicilio, edad, profesión y lugar y fecha de fusilamiento.