EuropaPress – 14/01/2014
Las familias de las personas identificadas reciben la noticia «con gran satisfacción pues pone un poco de paz y sosiego».
Un total de 13 de las 28 personas cuyos restos fueron exhumados de las fosas del cortijo del Marrufo en Jerez de la Frontera en el verano de 2012 han sido identificadas. Nueve de los identificados pertenecían a familias diferentes, mientras que los cuatro restantes corresponden por una parte a una madre y su hijo y, por otra, a dos hermanos.
Según indica el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo en La Sauceda, en Cortes de la Frontera (Málaga) y el Marrufo (Afresama) en un comunicado, esta identificación ha sido posible gracias a los análisis de ADN de restos óseos de los cadáveres y su comparación con el ADN de las muestras de saliva tomadas a las distintas personas localizadas de las familias con antepasados desaparecidos en La Sauceda.
Las identificaciones han sido llevadas a cabo por los técnicos del laboratorio NBT de Bollullos de la Mitación (Sevilla), con los que han colaborado los antropólogos físicos Juan Manuel Guijo y Juan Carlos Pecero. Respecto a los quince esqueletos exhumados que no han sido identificados, Afresama expone que «no ha habido coincidencias que permitan establecer relación segura de parentesco» con las personas que han aportado su muestra de saliva.
Las familias de las 13 personas cuyos restos han sido identificados han recibido «con gran satisfacción» la noticia, «que ha puesto un poco de paz y sosiego en unas vidas marcadas por la tragedia y la pérdida a edades muy tempranas de seres queridos: padres, madres, abuelos, hermanos o tíos que fueron asesinados por el simple delito de haber permanecido fieles al Gobierno legítimo de la República».
«Casi todos ellos eran trabajadores del campo, pequeños campesinos, carboneros o ganaderos; uno de ellos era cartero y otro comerciante», detalla el comunicado, que indica asimismo que nueve de los 13 identificados eran vecinos del valle de La Sauceda y otros dos llevaban unos meses viviendo allí como refugiados, procedentes de otras poblaciones de la provincia de Cádiz de las que habían huido.
Los trabajos empezaron en 2011 cuando se hicieron las catas que permitieron localizar la primera fosa del Marrufo. Familiares de la mayoría de las personas cuyas identidades han sido recuperadas visitaron en la jornada de ayer el cementerio de La Sauceda donde, desde diciembre de 2012, descansan en un pequeño mausoleo los restos de los 28 cadáveres exhumados. Allí les rindieron, en la intimidad, un pequeño homenaje.
Afresama señala que «saber cuáles son y dónde están los huesos de nuestros antepasados no elimina tanto sufrimiento vivido, pero nos consuela y nos quita la incertidumbre sobre su paradero». Asimismo, resalta que «la verdad, la justicia y la reparación son el objetivo» del foro y la asociación, que recurrirá «ante donde haga falta llegar» para que prospere la denuncia interpuesta en el verano de 2012 ante el juzgado de Jerez «por los crímenes del Marrufo».
Por último, Afresama destaca que sus dos próximos objetivos son el estreno de un documental titulado ‘La Sauceda, de la utopía al horror’, la publicación de un libro sobre toda la historia de este enclave y la inauguración de la ‘Casa de la Memoria’, que se está terminando de construir en Jimena de la Frontera.