Rafael Sánchez Machuca es un vecino de Taraguilla que en 1936 tenía poca más de cinco años. Su padre, Manuel, y su madre, María, tenían otros diez hijos a los que criar.
Eran trabajadores del campo que vivían cerca de La Sauceda. Manuel salvó la vida milagrosamente, pero no así algunos de sus vecinos, de los que Rafael tiene aún recuerdos.
Dos de sus tíos pasaron diez años en la cárcel. Como otros muchos niños pasó hambre y tuvo que empezar muy pronto a trabajar. No se le olvida el primer avión que vio en su vida, el mismo que sobrevoló la sierra antes de bombardear La Sauceda, ni la fila de hombres presos que trabajaron años más tarde haciendo la carretera de Alcalá a Puerto Gali.
Pese a su corta edad entonces, Rafael tiene algunos recuerdos imborrables, como cuando oyó por primera vez la palabra rojos, dirigida despectivamente al grupo de hijos de rojos del que él formaba parte.
Ago 05 2012